Despegue: la economía del espacio inicia su vuelo

Despegue: la economía del espacio inicia su vuelo Despegue: la economía del espacio inicia su vuelo
Business Review (Núm. 342) · TIC

A medida que se va abriendo el acceso al espacio, el entusiasmo de los inversores por el potencial de este sector cobra nueva vida

Aunque la actual inflación es la peor de los últimos 40 años, no todos los precios están subiendo. En la década de 1970, el coste de llevar un kilogramo de agua al espacio era de 20.000 dólares actuales. Ahora es de unos 2.000 dólares –una décima parte–, y dado que el Starship de SpaceX tiene como objetivo un coste de 20 dólares/kg, existe la posibilidad real de ver una nueva rebaja por un factor de 100 en el coste del acceso al espacio. Si esto ocurre, el acceso al espacio se abrirá como nunca antes, desatando un torrente de nuevas oportunidades de negocio.

El sector espacial abarca una amplia gama de mercados: hardware espacial (por ejemplo, fabricantes de satélites y módulos), servicios de lanzamiento, vuelo y logística, remolcadores espaciales, operadores de satélites (teledetección, conectividad), drones y vehículos aéreos no tripulados, estaciones terrestres, seguridad y almacenamiento, plataformas de gestión de datos, posicionamiento y cartografía e infraestructura espacial, por nombrar algunos. El hilo conductor de todos estos mercados es que dependen, directa o indirectamente, del acceso al espacio.

Que SpaceX, de Elon Musk, logre que el acceso sea más barato es una cosa; hacer que ese acceso resulte rentable para nuevas oportunidades de negocio es otra. A los innovadores no solo les importarán los costes que SpaceX pueda alcanzar a corto plazo, sino también si se mantendrán a largo plazo. Al principio, cuando hay capacidad de sobra, una empresa como SpaceX puede utilizar su tecnología para fijar precios cercanos a sus propios costes de 20 dólares por kilogramo; pero, a medida que vayan surgiendo cada vez más oportunidades y la capacidad escasee, a las empresas de lanzamiento les resultará más fácil aumentar los precios. Ante la expectativa de que SpaceX pueda convertirse en un cuello de botella, los empresarios e inversores con visión de futuro pueden decidir que es demasiado arriesgado dar el paso de innovar. Sin alguna garantía de que los precios seguirán siendo razonables, el potencial del acceso de bajo coste puede quedar sin explotar. Los inversores y empresarios inteligentes también deben seguir atentamente el estado de la competencia, y preguntarse si los proveedores de acceso están tomando medidas preventivas que indiquen que los costes seguirán siendo lo suficientemente bajos en el futuro como para justificar invertir ahora.

 

La reducción de los costes y el cambio tecnológico L...


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