El CEO tecnólogo es el futuro. Cambio de ciclo

No cabe imaginarse un futuro CEO o líder relevante en cualquier empresa de éxito que no sea tecnólogo. Alguien con una formación más que básica y una visión innegociable de lo que significa la tecnología en toda su cadena de valor. Menos de esto no condena a la empresa, pero sí que la relega a un rol de seguidor y a una fragilidad que muy pocas barreras de entrada sostendrán.

A lo largo de los últimos decenios, los perfiles más populares entre los CEO y altos directivos han ido pasando con un encaje casi perfecto en el relato de la evolución de la economía global. A los marketinianos de los 90 solo les sucedió parcialmente el perfil financiero de los 2000 y alguna incursión de directivos comerciales. Desde la COVID-19, los perfiles financieros de nuevo han cogido impulso, reforzado recientemente por la crisis en la supply chain y la inflación. La voz de las finanzas suena fuerte en estos años.

Obviamente, estos ciclos ni empiezan ni terminan abruptamente. Y uno nuevo y radical ha comenzado: el de los tecnólogos.

Será extremadamente retador en un futuro entender a los clientes sin un gobierno del dato intensivo. ¿Qué hacen? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Para qué? Los datos ayudarán a responder esas preguntas de manera concreta. Datos para generar nuevas propuestas de valor a partir de la reflexión de expertos en análisis de datos y en inteligencia artificial.

Cómo entender si no la eficiencia que el IoT nos abre en las fábricas o en las máquinas que se distribuyen tanto en hogares como en empresas. Cómo encajar un proceso de distribución o logística sin robótica. Cómo no incrementar la productividad con algoritmos en call centers o rutas de reparto.

Observar todas estas dinámicas asignando expertos a su ejecución ya no es suficiente. Las compañías necesitan líderes que entiendan el impacto en negocio, organización, propósito y personas.