El futuro de la movilidad es eléctrico

El futuro de la humanidad ha de ser sostenible. Debemos avanzar en el progreso, pero sin dañar nuestro planeta, la casa en la que todos vivimos. Los últimos 200 años del progreso humano han supuesto un incremento del CO₂ de nuestra atmósfera de 200 ppm a 400 ppm, lo que nos obliga a reducir nuestras emisiones y a cumplir con los compromisos de las cumbres medioambientales. Por ello, debemos hacer sostenible la movilidad, que es clave para el ser humano. Tenemos que mantener nuestra movilidad, pero sin emitir contaminación, sin emitir CO₂. Y la clave, actualmente, son los vehículos sin emisiones, electrificados.

Desde la Cumbre de París, la Unión Europea se ha movilizado para llevar a cabo una hoja de ruta que garantice la reducción de un grado y medio la temperatura medida en la superficie del mar. Para ello, tanto los países como las empresas y los ciudadanos debemos incluir en nuestros procesos y en nuestros objetivos la sostenibilidad como el pilar de nuestras acciones.

El sector automovilístico está transformando los productos de combustible fósil hacia vehículos electrificados, con baterías o con hidrógeno, pero siempre con motores eléctricos que reduzcan la huella de carbono. De hecho, algunas marcas ya han iniciado el camino de la eliminación del diésel y la conversión hacia el 100% de vehículos electrificados. Algunas de ellas ya han anunciado que, en el año 2030, sus vehículos ofertados en el mercado serán eléctricos puros, y, en la Unión Europea, siguiendo la hoja de ruta, a partir del año 2035 quedará prohibida la venta de vehículos de combustión en el mercado y, en 2050, la utilización de combustible fósil.

Para algunas marcas, como Volvo, el compromiso con la sostenibilidad se ha convertido en bandera de su estrategia. Incluso se han comprometido a que, en el año 2040, el 100% de la cadena de valor sea neutral con la huella de carbono. Desde la ingeniería, fabricación, logística, distribución y reciclaje, el impacto será neutral con el planeta.

La innovación en el sector de la automoción es clave en los próximos años para lograr una movilidad sostenible. No solo por la mejor eficiencia en la movilidad debido a un incremento del sharing, a vehículos eléctricos y a vehículos autónomos, sino también en una mejora constante de la electrificación en los automóviles. Pero, para lograr los objetivos de disminución en el calentamiento global, no solo deben ser las empresas privadas y los ciudadanos los que transformen los procesos en otros nuevos sin daños al planeta, sino que también es fundamental que el sector público colabore y agilice las reformas de regulación que ayuden a la movilidad sostenible a través de vehículos eléctricos.

Actualmente, ya hay países escandinavos en los que la mayor parte de la movilidad se realiza en vehículos sin emisiones de CO₂, y donde las ventas de vehículos eléctricos suponen mas del 70% de las ventas totales. En cambio, hay países del sur de Europa donde la movilidad sin emisiones se ve bloqueada por la parte de infraestructuras.

La transformación hacia un futuro de la humanidad sostenible debe ser prioridad para el sector privado y para el sector público. Está en juego nuestro modo de vida en nuestro maravilloso planeta.