El reto de la sostenibilidad en las empresas

El reto de la sostenibilidad en las empresas El reto de la sostenibilidad en las empresas

CV

Carlos Vergara

Business Review (Núm. 228) · Estrategia

Tras el crac financiero de 2008, la recesión doble, en algunos casos y la crisis de más de una deuda soberana, muchas cosas han cambiado. Gobiernos, regulaciones y hasta sistemas bancarios. Pero si alguien esperaba que las dificultades sirvieran de oportunidad histórica para entrar en la senda del desarrollo sostenible, la decepción está servida.

El Pacto Mundial de Naciones Unidas (UN Global Compact), la mayor iniciativa voluntaria de responsabilidad social corporativa del mundo, ha sido firmado por más de diez mil entidades en más de ciento treinta países. Las empresas firmantes se comprometen a promover 10 principios en cuanto a derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción en sus actividades y estrategia de negocio. A un año de cumplirse el plazo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que los 189 países miembros de las Naciones Unidas acordaron conseguir para el año 2015, la voluntad de los directivos por orientar sus empresas hacia la sostenibilidad parece haberse enfriado.

Un buen termómetro para medir esto es el CEO Study on Sustainability realizado por Accenture para el UN Global Compact. Si en la encuesta de 2010, los consejeros delegados trasmitían su convicción de que se aproximaba un momento clave para el desarrollo sostenible, una era en la que la sostenibilidad se encontraría entre las principales prioridades de las empresas, el último estudio habla de un estancamiento. Los líderes corporativos sienten que ya no pueden hacer más, que es imposible seguir progresando en esa línea sin cambios radicales en las estructuras y los sistemas del mercado.

Hace tres años, el 93% de los CEO entrevistados declaró que la sostenibilidad sería "importante" o "muy importante" en el éxito futuro de su negocio, la misma proporción que en el estudio de este año, pero si nos centramos en quienes le dan la más alta prioridad ("muy importante"), el porcentaje ha bajado del 54% de 2010 al 45% de hoy. Los directivos sienten que, vistos los incentivos, características y demandas del mercado, ya han llevado sus empresas tan lejos como les es posible. El 76% está satisfecho de la velocidad y la efectividad de las estrategias de sostenibilidad de sus compañías, y casi dos tercios consideran que están haciendo lo suficiente para enfrentarse a ese reto. No hay urgencia, ahora parece que las prioridades son otras.

El principal problema es la falta de correlación entre la sostenibilidad...