Empezamos a mostrar una actitud contradictoria hacia la tecnología que nos mantiene conectados. Disponemos de tantas conexiones digitales que nos aislamos del mundo real; hemos ocupado nuestro tiempo muerto, pero perdemos el tiempo como nunca. Gestionar a un consumidor que desea estar conectado, pero que a la vez necesita desconectar, es el reto actual de las marcas, algunas de las cuales ya han implementado curiosas experiencias.
FOMO versus JOMO. Del miedo al placer de desconectar
AR
Agnès Riba
Márketing y Ventas (Núm. 126) · Márketing · Agosto 2014
Business & Technology (Núm. 22) · Márketing · Febrero 2016
FOMO es la palabra que se ha popularizado en márketing para definir la ansiedad actual que sufre la sociedad por querer llegar a todo. Es el acrónimo del inglés fear of missing out ("miedo a perdernos algo"), y se caracteriza por el deseo de vivir todas las experiencias y de querer estar informados de todo lo que sucede. El fundamento psicológico de este síndrome es el miedo a quedarnos atrás, con la sensación comparativa de que "los demás se lo están pasando mejor". El sentimiento de pérdida puede ser tanto experiencial (perdernos la fiesta del año) como intelectual (desconocer el trending topic) o posesivo (tener un smartphone desactualizado). El auge del FOMO está directamente relacionado con la popularización de las redes sociales y con la tecnología, que nos permite estar siempre conectados.
En este contexto, pues, los dispositivos móviles con conexión a Internet son nuestra mayor tentación. Según un estudio publicado por Mashable, casi el 60% de los encuestados afirma no pasar más de una hora sin comprobar su teléfono. España es el país europeo con mayor penetración de smartphones, y, según el informe anual La Sociedad de la Información en España, correspondiente a 2014, de Fundación Telefónica, somos casi 19 millones las personas conectadas a Internet, mientras que consultamos el móvil unas 150 veces al día. Esto supone que gran parte de la población, desde la palma de su mano, conoce lo que están haciendo los demás a tiempo real. Vivimos en un estado de "infoxicación" también en el terreno de las relaciones sociales. No tenemos espacio para digerir el "bufé libre" de actualización de estados, artículos, fotografías, vídeos o conversaciones que nos ofrecen las múltiples redes sociales a las que estamos conectados. El FOMO es un bucle alentado por las redes sociales que, a la vez, fomenta la participación y creación de contenido en estas.
SÍNTOMAS DEL FOMO
Existen ciertas acciones con las que podemos vernos identificados al padecer FOMO:
Agnès Riba
·
Strategic Planner en JWT y profesora de branding en INSA e IDEC