Gestión del talento con nombre y apellidos
El sector opina
AB
Ana Briones
Business & Technology (Núm. 32) · Recursos humanos · Febrero 2017
La estandarización simplifica la gestión, y el Departamento de Recursos Humanos no es la excepción, por lo que lo más sencillo sería crear un modelo de gestión del talento y aplicarlo para toda la compañía.
Sin embargo, hace ya tiempo que nos dimos cuenta de que nuestro tejido humano es heterogéneo y de que, hoy en día, conviven en una misma empresa miembros de distintas generaciones que, por la rápida evolución de la sociedad, la comunicación y las nuevas tecnologías, poseen marcadas diferencias en su forma de enfrentarse a los acontecimientos, asignar prioridades y, por tanto, ser motivados.
Por tratar de entenderlos, minimizar conflictos e intentar acompasar a cada generación nuestro sistema de gestión del talento, han corrido ríos de tinta. Así, hoy tenemos claro que, para el baby boomer, el trabajo es lo más importante; el millennial pondrá la calidad de vida por encima de todo; la inmediatez y el emprendimiento definirán a los nativos digitales; y aún tendrán que convivir con la Generación X, que por ser la generación de la transición, entre lo analógico y lo digital, es la que más fricción presenta con las posteriores.
Ahora que estamos entendiéndolo, damos un paso más para concluir que no podemos estandarizar, homogeneizar y normalizar. Debemos ir hacia la gestión individual de nuestros colaboradores, a un proceso en el que la conversación y la escucha son la clave, y solo apostando por ello podremos asegurar una gestión eficaz, una gestión a la medida de nuestro talento, con nombre y apellidos.
Ana Briones
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Directora de RR. HH. de Salesland