Gestionar el cambio es vivirlo
El sector opina
JD
Joan Díaz
Business & Technology (Núm. 34) · TIC · Abril 2017
Hablar de cambio en las organizaciones es hablar de transformación, del constante proceso de adaptación que obliga a modificar relaciones, a soltar certezas, a gestionar la incertidumbre y a convivir con una realidad en tránsito.
Entender las emociones que surgen en estos procesos, y no solo los comportamientos, permite equilibrar los desequilibrios y desarrollar líderes capaces de generar el contexto emocional con el que avanzar y construir futuro.
El cambio se puede acelerar desde la aceptación, generando un entorno de confianza:
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Al valorar el impacto, escuchando para gestionar los miedos que puedan surgir.
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Durante la elaboración del cambio, potenciando y alineando valores y construyendo una nueva identidad corporativa.
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En el camino hacia la visión común de futuro, disfrutando del proceso, buscando alianzas, viviendo las oportunidades e integrando el nuevo modelo.
Cada transformación empresarial arranca en la esfera individual con esta pregunta: ¿qué me pasa a mí? Generamos nuestros propios límites en función de cómo escuchamos la propuesta de cambio. Si sentimos ambición, serenidad, confianza y determinación, abriremos oportunidades. Si sentimos resignación, desconfianza, resentimiento, confusión, temor o arrogancia, las cerraremos.
Todo proceso de cambio se tiene que vivir. No podemos negarlo ni delegarlo, pero podemos elegir vivirlo como víctimas o protagonistas. La clave es decidir qué queremos conservar durante la transformación y, desde ahí, construir nuestro mejor futuro.
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