A menudo, las iniciativas que combinan sostenibilidad e innovación reclaman un cambio de mentalidad, un tipo de liderazgo empresarial que debe repensar la manera de integrar la sostenibilidad y reflexionar sobre cómo usar los recursos internos de la compañía para abordar problemas externos. ¿Cómo conseguir un verdadero cambio sistémico?
Gobernanza para el cambio sistémico: una miniguía para desarrollar iniciativas de impacto
FM
Federica Massa Saluzzo
Business Review (Núm. 342) · Estrategia · Marzo 2024
A continuación, se ofrecen unas directrices realistas sobre cómo activar el cambio sistémico. Esta miniguía sobre gobernanza propone unas reflexiones pragmáticas acerca de cuatro acciones clave para el cambio sistémico: qué acciones priorizar (las estratégicas, donde la empresa puede tener control), con quién (mapeando el entorno en búsqueda de aliados que se sumen al propósito), cómo organizarse (definiendo roles en un sistema bien orquestado) y qué medir (evitando confundir productos con impactos).
1. El qué: la sostenibilidad como estrategia, no como ‘compliance’
La diferencia entre un soñador y un pragmático está en el control de recursos.
La creación de los ODS y el nuevo contexto regulativo en la UE a favor de la transición circular y sostenible han empujado a las empresas a emprender acciones hacia la sostenibilidad. Muchas de estas acciones –aunque encomiables– se parecen entre ellas y tienen un impacto positivo limitado. Los patrones comunes entre estas acciones son los siguientes: reducción de plásticos en el packaging, disminución de uso de aguas en la producción, cambio de una parte de las fuentes energéticas hacia fuentes renovables, obtención de certificaciones ambientales, creación de figuras internas de responsable en sostenibilidad, acciones limitadas o nulas en temas de derechos humanos y acciones muy limitadas en creación de alianzas sistémicas.
Estas acciones se caracterizan por compliance, pero son poco estratégicas. Una acción estratégica se caracteriza por movilizar recursos internos (o sea, controlables por la empresa) para responder a una situación externa (no controlable por una empresa) y generar un mejor posicionamiento de la empresa en su contexto competitivo. Aunque la sostenibilidad se estudie desde hace décadas, relativamente, son pocas las empresas que la entienden de manera estratégica y no como compliance.
Uno de los ejemplos de empresas que han entendido la sostenibilidad como oportunidad estratégica es Specialisterne. Specialisterne significa, en danés, “los especialistas”. Los especialistas son las personas con autismo que trabajan para esta empresa, que han sido contratadas por su capacidad de crear valor económico de manera superior a sus homólogos sin autismo. No han sido contratadas por cumplir con una ley ni por filan...
Federica Massa Saluzzo
Profesora de Gestión Estratégica en EADA ·