Innovarquía: el modelo organizativo para las 'startups'
Business Review (Núm. 273) · Estrategia · Diciembre 2017
De acuerdo con multitud de estudios, la mayoría de las startups fracasan, incluso teniendo algunas de ellas excelentes ideas. Algunos hablan de que únicamente una o dos de cada diez llegan a los tres años de vida. Aunque las razones son muchas y variadas, entre ellas, errores en la definición del modelo de negocio, la comprensión del mercado o del producto o, simplemente, razones financieras, muchas experimentan una pérdida de la capacidad o potencial creativo e innovador una vez que sus equipos de trabajo y su actividad empiezan a crecer, y, a partir de ahí, comienza el declive. Así, algunos emprendedores o emprendedoras afirman que una vez lograron un determinado tamaño de empresa perdieron ese espíritu creativo, auténtico e innovador que les caracterizaba. Por lo tanto, el tamaño de la empresa parece ser un problema para que las startups mantengan su potencial innovador. ¿Por qué? Porque la mayoría de las empresas optan, una vez que tienen un cierto tamaño, por modelos organizativos tradicionales y basados en el control: jerarquías, departamentos funcionales, indicadores, dirección por objetivos, eficiencia y eficacia como elementos clave, etc.
Un modelo organizativo es el planteamiento organizativo sobre la empresa, el cual determina cómo dirigirla, gestionarla, liderarla, organizarla o tratar a las personas, entre otros aspectos. Pero ¿qué modelos organizativos existen o han existido? Los modelos organizativos vienen definidos por los seres humanos, por sus prioridades o valores, sus formas de ver las cosas, entender el trabajo, las relaciones, etc.; en definitiva, lo que podemos denominar como sus niveles de conciencia (Beck y Cowan, 1996). De acuerdo con diferentes clasificaciones, podemos considerar que existen cinco modelos organizativos: