La marea de China: ¿amenaza u oportunidad?
Business Review (Núm. 157) · Estrategia · Abril 2007
El número de fletes desde Asia hasta la costa oeste de Norteamérica y Europa está creciendo a gran velocidad, pero no así las capacidades de los puertos y de los medios de transporte terrestres. Como resultado, los puertos y las redes ferroviarias comienzan a atascarse y los retrasos y la incertidumbre aumentan.
La demanda de fletes en la costa oeste de Norteamérica ha crecido un ritmo equivalente a un puerto de Vancouver por año, y un rápido aumento de las capacidades portuarias y ferroviarias será difícil, debido a la importante resistencia medioambiental y a las presiones políticas. Aunque el problema no es tan grave en Europa, existen planes para aumentar ostensiblemente la capacidad portuaria durante los próximos seis u ocho años. Sin embargo, las condiciones que se describen a continuación empeorarán bastante antes de que empiecen a mejorar.
Los sistemas portuarios y ferroviarios de la costa oeste de Norteamérica están implementando cambios, pero probablemente no podrán atender la demanda creciente, por muchas razones. La más importante es que cada uno de los participantes norteamericanos en las cadenas de suministro con base en China tiene una perspectiva reducida de su función y una noción limitada del potencial end-to-end para la mejora. Los cambios que se están realizando o que se contemplan reflejan este enfoque limitado: son incrementales y sus efectos serán aplacados por la fuerza, mucho mayor, de la "marea turbulenta" de China.
En Europa Occidental, la capacidad utilizada en los puertos principales es del 90%-95%, lo que deja muy poco margen para absorber la variabilidad inherente al transporte de ultramar. Durante el verano de 2004, un incremento súbito de la demanda cogió a los operadores desprevenidos, lo que provocó grandes retrasos en la descarga de los buques contenedores; algunos incluso no fueron admitidos en puertos como el de Amberes. Los operadores se enfrentaron al problema adquiriendo más equipamiento, contratando a trabajadores portuarios y mejorando la organización, pero estas medidas sólo son eficaces en un plazo inmediato. Aunque los aumentos de capacidad previstos son significativos, se necesitarían una o dos expansiones para que los puertos europeos fueran incapaces de atender la oleada procedente de Asia. Un estudio llevado a cabo por Drewry Shipping Consultants muestra que la capacidad real es, por lo general, cerca de un tercio de la capacidad propuesta, y ésta estará disponible &nb...