La tecnología digital nos aporta rapidez, pero lleva mucho tiempo aplicarla

La tecnología digital nos aporta rapidez, pero lleva mucho tiempo aplicarla La tecnología digital nos aporta rapidez, pero lleva mucho tiempo aplicarla

Las capacidades que ofrecen las nuevas tecnologías aportan mayor transparencia y eliminan los cuellos de botella en el intercambio de la información. El resultado es que aceleran el ritmo de la actividad empresarial. Cada vez más líderes empresariales están replanteando sus propuestas de valor teniendo en cuenta las capacidades de las tecnologías digitales. Se dan cuenta de que es necesario  aprovechar esa mayor transparencia y los menores tiempos de espera para generar valor para el cliente. Y también intuyen que se tienen que dar prisa en hacerlo. Sin embargo, la investigación que hemos realizado en el MIT Center for Information Systems Research (Centro MIT para la investigación en sistemas informáticos) indica que, si bien es cierto que los líderes empresariales deben, en efecto, reexaminar sus propuestas de valor, identificando las maneras como las tecnologías digitales pueden ayudarles a resolver los problemas que afrontan sus clientes, esta no es una tarea que se pueda completar en poco tiempo. 
 

Las nuevas propuestas de valor necesitan tiempo para ser realizadas. La capacidad de las tecnologías digitales para acelerar los procesos empresariales está dando lugar a nuevas propuestas de valor, propuestas de valor que utilizan la información para eliminar gestiones innecesarias, hacer más accesible la información y crear soluciones. Las empresas tienen éxito en la economía digital cuando logran convertir propuestas de valor digitales significativas en ofertas digitales que generen ingresos. Definimos las ofertas digitales como soluciones para el cliente que hacen uso de las tecnologías de la información y que se presentan en forma de una experiencia atractiva para dicho cliente. La gran ironía es que, si bien las ofertas digitales están acelerando el ritmo de la actividad empresarial, crearlas lleva mucho tiempo. Esto se debe al hecho de que las empresas consolidadas suelen estar diseñadas para elaborar eficientemente los productos que ya ofrecen. No son como las empresas de software, que construyen rápidamente y cambian igual de rápido lo que ofrecen a sus clientes. Las tecnologías digitales nos exigen nuevas maneras de imaginar, diseñar, producir y dar soporte a esas propuestas de valor. Por lo tanto, la transformación de las organizaciones no puede ser veloz. 

 

Un ejemplo: La Lenta y continua transformación de Royal Philips. Los casos...