Las políticas de recursos humanos: claves operativas para una adecuada gestión de personas

Las políticas de recursos humanos: claves operativas para una adecuada gestión de personas Las políticas de recursos humanos: claves operativas para una adecuada gestión de personas
Business Review (Núm. 250) · Recursos humanos

Las personas no son máquinas, por lo que, ante una misma causa externa, dos individuos distintos pueden reaccionar de forma diferente. Esta realidad incontrovertible hace que la gestión de las personas sea una disciplina tan apasionante como ardua.

En este ámbito fundamental de la empresa, las políticas, que no son otra cosa que varios criterios de decisión integrados más o menos felizmente después de aplicarlos en la realidad, tratan de poner orden allí donde reinan la subjetividad y la libertad. El empleo de estas políticas no asegura la eficacia, pero su falta es señal segura del caos. Es posible para las empresas convivir con cierto caos, pero no es inevitable. La labor del directivo consiste en gestionarlo o evitarlo en la medida de lo posible. Además, las políticas acertadas ayudan a soslayar muchos errores.

La distancia entre la arbitrariedad decidir y hacer cada vez una cosa distinta por deseo personal del que decide y la discrecionalidad decidir y hacer cosas distintas si las circunstancias lo piden es la que media entre una persona sin criterios objetivos o con ellos. El nepotismo es arbitrario; el liderazgo cabal es discrecional.La incertidumbre aneja al ser humano y a gran parte de lo que le rodea no se diluye por el uso de criterios, pero sí se maneja mejor si se recurre a ellos.Unas políticas de recursos humanos asentadas en un sano sentido común repartirán más justicia que frustración, que es, a fin de cuentas, de lo que se trata cuando las personas son la prioridad.

 

GESTIÓN DEL DESEMPEÑO Y DEL TALENTO POTENCIAL

Las políticas de recursos humanos sirven como criterios a la hora de tomar decisiones, pero cuando se implantan hay que tener en cuenta que se enmarcan en dos realidades que, si bien están conectadas en el día a día de las empresas, son muy distintas entre sí: por un lado está la dimensión del rendimiento de una persona, y, por el otro, la de la gestión de su talento como potencial de futuro. Las políticas eficaces, en primer lugar, deben centrarse en no tomar una de estas dimensiones por la otra, con lo que ambas se verían desfiguradas, ya que cada una de ellas responde a diferentes necesidades y estímulos.

Las claves que caracterizan la gestión del desempeño se pueden resumir en las siguientes:

Guido Stein

Profesor del Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones y director de la Unidad Docente de Negociación en IESE Business School ·