Liderazgo imaginativo y estrategias de decisión
Business Review (Núm. 155) · Recursos humanos · Febrero 2007
Si nos basamos en lo que manifiestan en sus memorias anuales y en las circulares que preparan para sus plantillas, los directivos de las organizaciones creen que el éxito de sus empresas depende en gran medida del esfuerzo, la iniciativa, el compromiso y la motivación de "nuestro personal". En realidad, la mayoría de las empresas importantes son sinceras en esta cuestión, y en su deseo de tratar bien a sus empleados. Sin embargo, es cada vez más frecuente que recurran a la subcontratación y a trasladar los puestos de trabajo a otros países,que recorten las prestaciones de los empleados, que reemplacen puestos de trabajo fijos por puestos temporales o excepcionales, que eliminen las vías tradicionales de desarrollo profesional y que reduzcan los gastos en formación para los empleados.
¿A qué se debe la aparente contradicción entre sus afirmaciones y sus hechos? La respuesta de los directivos es unánime: "No tenemos elección".
En una entrevista realizada en la MSNBC en 2005, el consejero delegado de Wal-Mart manifestaba que su empresa no tenía elección en cuanto a las condiciones laborales que ofrecía a sus trabajadores por hora: para atender a las necesidades de los clientes que desean los productos al precio más bajo, el modelo de negocio de Wal-Mart impide ofrecer salarios más elevados, coberturas sanitarias más amplias o mayor formación para los empleados de primera línea. En 2003, cuando IBM anunció sus planes de trasladar al extranjero los puestos de miles de sus empleados de oficina estadounidenses, el director de relaciones globales con los empleados explicó lo siguiente: "nuestros competidores lo hacen, y a nosotros no nos queda más remedio que hacerlo también".
El año pasado, cuando Boeing anunció que subcontrataría al extranjero entre el 60% y el 70% de los componentes de su nuevo reactor comercial 787, un importante asesor de aviación dio la siguiente explicación: "Creo que las empresas no tienen elección. Si una compañía puede ir a China y conseguir un artículo pagando diez céntimos a la hora, mientras que en Estados Unidos una hora de trabajo le cuesta un dólar, ¿qué tiene que hacer esa compañía?". Además, cuando Delphi se dirigió al sindicato UAWpara renegociar el convenio con sus 30.000 trabajadores por horas, solicitando recortes en los salarios y prestaciones del orden de entre el 50% y el 60%, el consejero delegado afirmó que no tenía más opción que hacerlo: la alternativa era la quiebra, la pérdida d...