Los directivos y el poder

Los directivos y el poder Los directivos y el poder
Business Review (Núm. 167) · Habilidades directivas

Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona. (Baltasar Gracián)

En 1953, Harry Truman dejó de ser presidente de Estados Unidos por decisión propia, tras introducir el límite de los dos mandatos en la Casa Blanca. Al abandonar el despacho oval, hizo un comentario histórico sobre su sucesor, el general Ike Eisenhower, líder del desembarco de las tropas aliadas en Normandía e indiscutible héroe de la Segunda Guerra Mundial: "Se sentará aquí y dirá: '¡Que se haga esto; que se haga aquello!'. Y no pasará nada. Pobre Ike; no será en absoluto como en el ejército. Le va a parecer muy frustrante".

Si del puesto que se considera como el más poderoso del mundo se puede decir lo que afirmó uno de sus ocupantes con más autoridad, qué no se podrá decir de los respectivos puestos de cualquier presidente, consejero delegado, director general o directivo de empresa.

Este artículo versa sobre la distancia entre el poder y su efectiva utilización. No pretende elaborar una teoría lógicamente fundada, ni sistematizar una realidad, sino apuntar a una descripción breve del fenómeno del poder de los empresarios y directivos, para centrarse en unas reflexiones de índole táctica. Hemos tratado de condensar una serie de evidencias acumuladas en nuestro trabajo como profesores de management, como directivos y como consultores de empresas. Existen numerosas obras y estudios científicos de índole variada (económica, social, política, religiosa, antropológica, jurídica o filosófica) sobre el poder, pero no pretendemos dialogar con ellos, por interesante que pudiera resultar; sino ofrecer unas reflexiones que sirvan de guía a los hombres y mujeres de acción, que son quienes ejercen el poder y, por consiguiente, quienes lo tienen1

PODER Y DIRECTIVOS

Resulta obvio, y quizá por eso difícil de advertir, que no basta con que se nombre a alguien directivo y se delegue formalmente el poder en él para que en realidad disponga de poder. ¿Por qué acontece esto en cualquier organización o institución humana?

Poder es poder hacer. La eficacia es el marchamo del poderoso; la dominación, sin embargo, no conduce necesariamente a los resultados. Poderosos son aquéllos que están en disposición de actuar, ya sea de modo directo o indirecto, a través de terceros. Cuando un directivo entra en una empresa, o cuando accede a un nuevo puesto, habitualmente dispone de menos poder del que neces...


Guido Stein

Profesor del Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones y director de la Unidad Docente de Negociación en IESE Business School ·

José Ramón Pin Arboledas

Profesor emérito del Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones y Ética Empresarial en IESE Business School ·