Los ingredientes de la innovación

Del mismo modo en el que la malta y el lúpulo son ingredientes indispensables para la elaboración de una buena cerveza, la combinación entre la experiencia de las personas que llevan años trabajando en una empresa y el talento recién incorporado es también esencial para que una compañía llegue a ser creativa e innovadora, a la vez que cumpla con sus objetivos de negocio. Al enorme potencial de las personas que forman una compañía es necesario sumarle un elemento clave que hace que las corporaciones sean más eficientes: la tecnología. 

El cambio cultural que estamos viviendo, y que supone involucrar a todas las personas que forman parte de una organización en el nuevo ecosistema digital, es uno de los principales retos que nos encontramos hoy en día en el mundo empresarial. Es necesario que todas aquellas compañías que quieran sobrevivir a un mundo cada vez más competitivo y dinámico inviertan en nuevas tecnologías y sitúen la transformación digital y la innovación como ejes centrales en la estrategia corporativa. La disrupción en todos los negocios es cada vez más frecuente y radical, y debemos estar preparados para ello.

Esta transformación, que sin duda supone un punto y aparte en la gestión de las organizaciones, impacta directamente en todos los ámbitos: desde las relaciones humanas dentro de la compañía hasta la evolución de nuestra relación con los consumidores y el trato con clientes, pasando por la gestión de datos, la mejor eficiencia de todos los procesos y, por supuesto, la toma de decisiones, por lo que su implantación se hace totalmente necesaria y urgente.