Mentefactura: haciendo que la innovación sea sistemática y la gestión sea creativa
JJ
Juan José Goñi Zabala
Business Review (Núm. 218) · Habilidades directivas · Noviembre 2012
Como consecuencia de los drásticos cambios de las condiciones de los mercados, de la velocidad de esos cambios y de la necesidad continua de generación de valor, se genera en las empresas un conglomerado de oportunidades, consecuencias, iniciativas y espacios de aprendizaje continuo que las llevan a un proceso diferente y complejo de desarrollo y maduración. Es necesario que los directivos sean hábiles gestores y también creativos sistemáticos en un espacio de cohabitación de lo que ya está consolidado y de lo que nace, de la gestión y de la innovación.
Todo ello requiere nuevas habilidades directivas en la combinación de diferentes capacidades personales; es decir, un alto sentido de equipo directivo en la consecución de un proyecto común en movimiento.
Hablamos de hibridar no solo negocios entre empresas, sino sobre todo las culturas tradicionales y las emergentes, con las que deben construirse los negocios tomando lo mejor de cada una de ellas, con el criterio de que los equipos directivos son los que pueden hacer realidad estas difíciles pero imprescindibles combinaciones, que permiten a las empresas crecer, consolidarse y progresar de manera sostenida.
CÓMO SE HA PENSADO HASTA AHORA
En los manuales de gestión es habitual encontrar cientos de páginas que dividen los modos de hacer en la empresa entre la gestión y la innovación, como si fueran el agua y el aceite, ingredientes que se repelen. La gestión que proviene de la concepción mecanicista de la empresa estructura su funcionamiento con las reglas de la lógica de los procesos previsibles, de los indicadores y su constante perfección, de las funciones y su asignación rigurosa a los especialistas, de la optimización de todos los recursos y de la previsión y el diseño en el medio y hasta el imaginario largo plazo.
Por eso existen multitud de modelos de organización y estándares de gestión empresarial en manuales de funciones, de puestos de trabajo, de organigramas tipo, de funciones que dan cuerpo a las descripciones más o menos detalladas de lo que hace una persona, una sección o departamento en una empresa... Esta visión convencional abunda en las diferencias entre los contrarios, como lo planificado frente a lo imprevisto, como lo racional frente a lo creativo intuitivo, como lo que nos asegura el presente frente a los riesgos indeseables de lo desconocido, como la separación de los perfiles personales de los buenos ad...
Artículos relacionados
Una gran idea
TP