La transformación digital está generando una gran demanda de nuevos perfiles profesionales. Para atraer y desarrollar ese talento necesario y escaso, las empresas deben adoptar nuevos modelos organizativos.
Nuevos contextos empresariales para el talento digital
Artículo en colaboración con:
JL
Juan Luis Ayuso
Business Review (Núm. 335) · Recursos humanos · Julio 2023
“La COVID-19 ha cambiado el mundo”, declaró en mayo el director general de la OMS, cuando dio por finalizada la emergencia sanitaria internacional. Las personas y nuestras prioridades también cambiaron.
En mayor o menor medida, a todos nos preocupan ahora la sostenibilidad, la integridad, la diversidad, nuestro bienestar y el de nuestro entorno. Asuntos que han pasado de ser personales a ser parte de la realidad diaria de las empresas.
La crisis que lo interrumpió todo, incluidos siete millones de vidas, fue también un “cisne negro”, una inesperada palanca para que se innovara rápidamente y se aceleraran exponencialmente la digitalización de las relaciones sociales y económicas y los procesos empresariales de todo tipo.
El Big Data, el metaverso, las redes de alta capacidad, el Internet de las Cosas, el machine learning y la inteligencia artificial continúan desarrollándose y demandan perfiles cualificados que no se limiten a aprender lo ya creado, sino a generar nuevas realidades que ni siquiera sus propios creadores sospecharían.
Asistimos así al nacimiento de nuevas profesiones preparadas para continuar con este proceso de desarrollo tecnológico de forma aún más acelerada, profunda y extendida.
A nivel empresarial, ¿qué pueden hacer las organizaciones para subirse a esta ola?
Actualmente, las empresas se vuelcan en invertir, detectar, adquirir y desarrollar un talento capaz de crear nuevos entornos y soluciones digitales que beneficien no solo a sus propias organizaciones, sino también a la sociedad en su conjunto.
Una vez desarrollado el talento, el esfuerzo es saber evolucionar como empresa para seguir mereciendo el tiempo, la energía y la creatividad de esas personas.
Estos nuevos perfiles, para poder crear, desarrollar e implementar de forma eficaz, necesitan unas condiciones de trabajo adecuadas. No solo estamos hablando de condiciones económicas competitivas, que son un básico fácil de obtener, sino de cómo las organizaciones entienden lo que es un “buen work life balance”.
Para este colectivo es prioritario trabajar vinculando su propósito vital al de la organización y a sus valores relacionados con la sostenibilidad, la ecología y el autocuidado.
Equilibrio y reto organizacional
Acoger esta nueva forma de sentir el equilibrio entre la vida laboral y personal hace evolucionar a las empresas hacia nuevos modelos organizativos que, desde una cultura basada en la confianza y un propósito claro, definido y transparente, ofrecen las siguientes condiciones:
• Formar parte de equipos deslocalizados y diversos, con autonomía para la gestión de su tiempo, con un liderazgo desarrollador, dando responsabilidad y confianza para conseguir sus objetivos.
• Trabajar con metodologías ágiles y aplicaciones gráficas colaborativas.
• Entrenamientos en soft skills y herramientas comunicacionales.
• Abrir la puerta a conocer, aprender y colaborar con otros entornos empresariales y sociales: flexibilidad.
• Nuevas culturas de empresa, a cuyas necesidades pueden dar respuesta de forma efectiva. (mentoring inverso).
• Facilidades para teletrabajar desde los lugares donde los nuevos perfiles se sientan cómodos, así como entornos de trabajo, en el caso de presencialidad, rediseñados, atractivos, estimulantes y pensados para el aprendizaje colaborativo.
La transformación de los entornos económicos y sociales es el presente
Los expertos digitales no están únicamente en los departamentos de TI, sino que se encuentran en áreas transversales de toda organización, como Producción, Marketing y Ventas, además de en todos los sectores imaginables. Entrenemos, como empresa y como país, la capacidad de generar las condiciones para que crezca este talento digital que nos hará avanzar hacia el progreso y la competitividad que necesitamos. Como sistema educativo, favorezcamos el crecimiento de este tipo de profesionales que cambiarán el mundo en los próximos años y evitemos seguir descapitalizándonos con la fuga de nuestro talento al extranjero. Ideemos un plan para atraerlo y desarrollarlo: la mejora de nuestro futuro depende de ello.
Juan Luis Ayuso
Director de Desarrollo Corporativo y de EEC Alumni en Escuela Europea de Coaching (EEC) ·