Perseverancia y alegría ilimitada
El sector opina
LV
Lydia Vidal
Management & Innovation (Núm. 72) · TIC · Febrero 2025
En el mundo distópico y apocalíptico de Interstellar (mi nueva película favorita desde que la volví a ver recientemente), del gran Christopher Nolan, uno de los personajes compara con la Navidad los días en los que las nuevas ideas y productos eran posibles y constantes. Y lo dice como lamento, pues en su día no disfrutó de la “suerte” de tener a su disposición tantísimo invento.
Tiene mala prensa, sin embargo, lamentarse es tan necesario para la innovación como la alegría; puede ser la chispa del cambio, pues es una emoción que pone luz sobre lo que pudo ser de otra manera.
Como en la película, puesto que no podemos intervenir sobre el pasado, no nos queda otra que incidir en el presente y ver el cambio en el único sitio posible: el futuro.
Para ello, conectemos con el proceso. Se trata de animarnos a entrar en un infinito ciclo de acción /medición / ajuste / acción / medición / ajuste... Prácticas como el coaching, la metodología agile (con sus defectos y virtudes) o el design thinking ofrecen estructuras para resolver problemas poniendo el foco en el proceso.
Así, innovar (o ser más flexibles) no es solo cuestión de inteligencia ni de inteligencia emocional, sino de perseverancia. También de ciertas creencias:
• Dejar de pensar de forma binaria (gran idea / fatal idea; buen resultado / mal resultado) y observar la riqueza en todo lo que ya existe.
• Comprender que el fracaso no es una condición permanente y que nuestra capacidad de aprender es ilimitada.
• Saber que tras cada lección aprendida volveremos a empezar, pero nunca desde la casilla de salida, pues el siguiente avance ya será desde posiciones más adelantadas.
Hay un concepto que vuelve a mí cada cierto tiempo y que considero importante al hablar de innovación, perseverancia e Interstellar: las personas primero, el resultado después.
Si dejamos de conectarnos exclusivamente con el resultado, ¿qué surge y toma mayor presencia?
Del guion, tres ideas: “No nos trajeron aquí para cambiar el pasado”, “Para ascender hay que dejar algo atrás” y la tercera es un bellísimo discurso sobre la confianza en el amor que te animo a visionar y a sentir.
Lydia Vidal
Responsable de Comunicación en Escuela Europea de Coaching (EEC) ·
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