Prosperar en un ecosistema cada vez más digital
Business Review (Núm. 249) · Estrategia · Septiembre 2015
El mundo empresarial se está digitalizando a gran velocidad, derribando las barreras de la industria y creando nuevas oportunidades, al tiempo que destruye modelos
de negocio que habían gozado de éxito durante largo tiempo. Llamamos a este proceso la disrupción digital, y, aunque cualquier cambio radical posibilitado por la tecnología suele tardar más tiempo del esperado, la historia demuestra que el impacto de este cambio puede ser mayor de lo que nunca hubiéramos imaginado. Pensemos en los motores de vapor, los coches, los aviones, los televisores, los teléfonos y, más recientemente, los teléfonos móviles y los libros electrónicos. En el caso de los libros electrónicos, el mercado ha tardado en desarrollarse. Los tradicionalistas afirmaban que no sería posible sustituir la experiencia de un libro de papel. Sin embargo, los libros electrónicos están cogiendo fuerza: son más baratos que los libros de papel, se adquieren más rápidamente y se puede buscar en ellos. Si bien sus márgenes son más estrechos que los márgenes de los libros tradicionales, el mercado está creciendo. En 2014, un 28% de los adultos de Estados Unidos leía en un libro electrónico, en comparación con el 17% en 20111.
Teniendo en cuenta la cantidad de agitación que está causando la disrupción digital, ha llegado la hora de que las empresas evalúen estas amenazas y oportunidades y comiencen a crear nuevas opciones empresariales de cara al futuro: un futuro que estará más conectado a causa de los ecosistemas digitales. Lo corroboran los miembros de las juntas directivas de las grandes empresas. En un estudio reciente del Centro del MIT para la Investigación de Sistemas de Información, miembros de juntas directivas estimaron que un 32% de los ingresos de su empresa se vería amenazado por la disrupción digital en los próximos cinco años; un 60% de estos miembros consideró que sus juntas deberían dedicar a este asunto una cantidad de tiempo significativamente mayor durante el siguiente año2. Entre las fuentes de disrupción que preocupaban más a los miembros de las juntas se encontraban Uber (una disrupción para los taxis); Airbnb (una disrupción para los hoteles), Apple Pay, Kabbage, Venmo y otros (disrupciones para los bancos) y Amazon (una disrupción para librerías y para distribuidores de muchos otros productos).
Pero, por otro lado, este aumento de la digitalización tambié...
Stephanie Lackner
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Profesora de Economía en IE Business School y en la School of Global and Public Affairs de IE University