¿Qué emoción eliges para ti hoy? ¿Y para tu equipo?
El sector opina
BH
Blanca Huarte-Mendicoa
Management & Innovation (Núm. 33) · Habilidades directivas · Marzo 2021
A muchos nos enseñaron que las emociones se quedaban fuera del entorno profesional, y, seguramente, ahora estamos experimentando y aprendiendo que no hay nada más lejos de la realidad.
¿Cómo cambia una empresa si presta atención a las emociones de sus empleados? ¿Cómo cambia un equipo si pone las emociones sobre la mesa? ¿Cómo cambia un líder si gestiona las emociones del equipo?
Las empresas somos redes de conversaciones. Y tanto si estamos manteniendo una conversación efectiva o nada efectiva, está involucrada una emoción. Y, a veces, es justamente esta emoción la que más impacta en la ecuación resultante.
Las emociones también impactan en la ecuación cuando confiamos o desconfiamos; cuando damos un feedback efectivo o no tan efectivo; cuando buscamos involucrar al equipo o no tenemos ese foco; cuando delegamos o controlamos; cuando tomamos decisiones; cuando diseñamos una visión…
En este sentido, es clave reconocer que las emociones están generando un impacto en todas las organizaciones en todo momento. Entrenar nuestras habilidades emocionales suma a nuestro favor a la hora de conseguir resultados positivos en la ecuación. Y el coaching ejecutivo es una manera de tomar conciencia y poder entrenar nuestra inteligencia emocional.
Lo primero que nos permite el coaching es ser conscientes de que las emociones forman parte de todas las decisiones que tomamos (o no tomamos) a nivel empresarial.
Lo segundo es reconocer y poner nombre a las diferentes emociones que están presentes en nuestro liderazgo, en la interrelación con los otros y en el impacto que generamos en el entorno.
Lo tercero es identificar qué pensamientos, creencias y juicios están disparando o sosteniendo esa emoción. Por ejemplo, ¿qué pasa si, como líder, me da miedo que surjan algunas emociones con el equipo, porque no me veo con la habilidad de gestionarlas?, ¿o qué emociones estarán implicadas en mi liderazgo si doy más poder a tener razón que a llegar a acuerdos y soluciones?
Finalmente, como coach, yo te preguntaría: “Ahora que has tomado conciencia, ¿desde qué emoción escoges entonces liderar, inspirar e impactar en tu entorno profesional para generar una diferencia?”.
Blanca Huarte-Mendicoa
Directora académica en Cataluña de Escuela Europea de Coaching ·
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TP