¿Qué valor aportan las metodologías ágiles a las compañías?

Artículo en colaboración con:

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¿Qué valor aportan las metodologías ágiles a las compañías? ¿Qué valor aportan las metodologías ágiles a las compañías?

Cuando un equipo de trabajo se plantea un proyecto o producto, todo comienza por tratar de tener una visión clara de hacia dónde se dirige, qué conseguir, cuáles son los objetivos, diferencias con sus competidores, necesidades a cubrir, KPI a medir y presupuesto que cumplir y toda una serie de cuestiones que son relevantes para el éxito. El mercado actual es muy cambiante y las necesidades de los clientes se ven continuamente influenciadas; esto obliga a los equipos de trabajo a contrastar su visión de manera frecuente para evitar que su producto no tenga éxito en el mercado. Agile es un movimiento cultural, aplicado sobre todo en el desarrollo de software, que promueve la construcción de productos basándose en cortos períodos de manera iterativa e incremental para testar sus avances lo antes posible con sus clientes, aprender y volver a evolucionarlos.

Un excelente servicio al cliente es clave para asegurar la consecución del beneficio final de una compañía (ya sea económico o social). Este es el "qué" quiere una empresa de forma mayoritaria. Ahora bien, hay una gran diferencia entre el "cómo" conseguirlo entre unas empresas y otras. Es aquí donde la agilidad puede entrar en acción, jugando un papel diferenciador.

En toda empresa, el rendimiento es uno de los factores básicos para conocer la capacidad de obtener mayor o menor beneficio durante un período de tiempo. Tal y como se plantea en la definición de empresa, la planificación, la organización y la actividad comercial son características que determinan, en gran medida, el valor de beneficio que se consigue. Todas ellas conforman el "cómo" se lleva a cabo la labor de dar servicio a los clientes.

Lo que aportan de base las metodologías ágiles al "cómo" conseguir beneficios es disponer de diferentes opciones o herramientas. Existen diferentes maneras de trabajar; la primera viene marcada por el uso, o no, de alguna metodología de trabajo. A nivel de empresa, incluso hay grupos de trabajo (departamentos, equipos de proyectos, equipos de productos, etc.) que pueden usar o no algún modelo de trabajo.

La decisión de implantar un modelo de trabajo, en realidad, no es como tal ni buena ni mala, mientras la compañía consiga sus objetivos de beneficios. Dicho esto, conocer y entender, así como tener la capacidad de trabajar con diferentes modelos, es muy valioso para una compañía y las personas que la conforman. Cuantas más herramientas se tengan en la "mochila de conocimiento" para organizar equipos, se incrementan las posibilidades de seleccionar aquella que mejor se amolda a tu necesidad para obtener éxito para la compañía. Disponer del conocimiento y poder usar Lean, design thinking, Kanban, Scrum, XP, Crystal, Nexus, SAFe o LeSS (hay más) es una medida diferenciadora de potencial competitivo entre unas y otras empresas.

Al igual que un experto en electricidad tiene diferentes herramientas físicas para llevar a cabo sus tareas, el conocer las diferentes metodologías te permite usar la más adecuada en cada momento para ayudar al equipo de trabajo a conseguir productos, proyectos o empresas que den servicios de alta calidad.

En un segundo nivel, no menos importante, Agile aporta su Manifiesto Ágil. A par...


Jorge Fernández Romero

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Agile coach en BEEVA