A pesar de que los procesos de cambio son necesarios para la supervivencia y el éxito de la empresa, todos ellos conllevan dificultades, y muchos no llegan a cumplir los objetivos marcados. Conviene contar con un equipo cohesionado y un líder que sepa comunicar, motivar y desarrollar una visión compartida del cambio, para así actuar con la determinación adecuada.
¿Quién dijo que liderar cambios es fácil?
PP
Pedro Parada
Business Review (Núm. 248) · Estrategia · Agosto 2015
Business & Technology (Núm. 34) · Estrategia · Abril 2017
Todos sabemos que las personas y las organizaciones resisten el cambio. Es difícil sacarlas de sus zonas de confort. Una encuesta de Business Week sobre 1.087 empresas mostraba que el 31% de los CEO que fueron apartados de sus funciones de dirección general acabaron así porque no pudieron gestionar adecuadamente procesos de cambio. Si usted es un CEO y tiene a sus pares alrededor, mire a la izquierda y a la derecha; uno de los tres será apartado por su incapacidad para gestionar el cambio.
Fortune y la investigación académica en general indican que solo un 20% de los procesos de cambio son considerados exitosos. Entre un 66% y 80% de las iniciativas de cambio no cumplen los objetivos -Mc- Kinsey publicaba que un 20% no llega a crear un tercio del valor esperado para la empresa-, pese a que más del 95% tienen soluciones razonables y alcanzables. Esto muestra que la dificultad no está en la formulación de la estrategia, sino en la ejecución de la misma. Y todo esto pese a que, buscando libros sobre "cambio" en Amazon, encontramos 193.571 de ellos en el momento de escribir este artículo.
Pese a la dificultad de cambiar, sabemos que el cambio es necesario para la supervivencia y el éxito de la empresa. Una encuesta del Boston Consulting Group revelaba que el 90% de las empresas había implantado, al menos, una iniciativa de cambio importante el año anterior. Según el Economist Intelligence Unit, un 63% de los directores de C-level se involucra más en los proyectos de cambio de sus organizaciones respecto al pasado por la complejidad creciente del entorno y la incertidumbre. ¿Cómo resolvemos esta contradicción? ¿Cómo hacer que las personas y empresas cambien cuando su naturaleza (y, en muchas ocasiones, sentido común) es resistirse al cambio?
HAGA QUE LA GENTE SE IMPLIQUE
Es habitual escuchar debates sobre si el cambio debe ser de arriba abajo o de abajo arriba. La respuesta es que se han de realizar ambos. Es un proceso que requiere la aprobación y el soporte desde arriba de las personas que tienen la autoridad y poder para asignar recursos a las áreas que los precisan para impulsar el cambio, y se necesita la implicación activa de las personas que ejecutarán dicho cambio. Es un proceso complejo. La investigación comparativa de Prosci en 3.400 organizaciones internacionales indica qu...
Pedro Parada
Profesor y director del Departamento de Dirección General y Estrategia en Esade Business School y profesor del Programa para Consejeros de Esade y PwC ·