Seis preguntas para averiguar cómo es su estilo comunicativo

Formúlese las seis preguntas que aparecen a continuación para que pueda detectar si el estilo comunicativo que lo caracteriza es el que usted desea mantener.

1. ¿Es usted capaz de escuchar? Lo ideal es que, además de saber expresarse adecuadamente, sepa escuchar. De hecho, el porcentaje de tiempo que emplee en la escucha debe ser superior al que dedique al habla. Nada le será más beneficioso que ser un observador atento y un gran "escuchador".

2. ¿Sabe comunicar en qué dirección debe caminar el grupo? Debe emitir señales claras de cuál es la estrategia que debe aplicar el grupo y mostrarse implicado en ella de manera visible e incuestionable.

3. ¿Define los objetivos con claridad? Muchas veces, después de haber comunicado cuáles son los objetivos, se piensa que el mensaje ha sido recibido correctamente, pero no se dedica tiempo a comprobarlo. Sin embargo, es responsabilidad suya que el mensaje sea comprendido. En muchas ocasiones, las personas se sienten cohibidas para preguntar lo que necesitan, por lo que lo más adecuado es que sea insistente a la hora de pedir feedback.

4. ¿Tiene usted bien desarrollado su instinto? Es muy importante tener la sensación de que el camino de actuación elegido es el correcto. Esa actitud imprime un carácter positivo al comportamiento. Para poder afinar su intuición, sea cauto con los comentarios que le llegarán a lo largo del día y que pueden influir en sus decisiones.

5. ¿Es sencillo su estilo de comunicación? Es importante que durante el período en el que usted esté tratando de hacer llegar un mensaje nuevo preste especial atención a utilizar un lenguaje sencillo y directo. No se trata de ofrecer grandes discursos, sino de hacer comprender el mensaje, para lo cual puede resultar muy útil emplear comparaciones y ejemplos concretos de situaciones, personas, o contextos conocidos.

6. ¿Ha logrado transmitir su grado de implicación al resto? Será necesario invertir mucho tiempo en la comunicación de las directrices y los objetivos que deben perseguirse, pero debe cerciorarse de que consigue contagiar el entusiasmo y el compromiso que usted mismo tiene con el proyecto.