¿Será la polimatía la tabla de salvación de las empresas?

En un mundo que cambia a velocidad de vértigo (ver el cuadro 1), con tecnologías escalables y un sistema globalizado y digital, las personas siguen siendo uno de los recursos más valiosos. Sin embargo, la actualización de los sistemas tecnológicos parece ser más rápida que la de las personas. Las habilidades relacionadas con el cambio, tan necesarias en el actual entorno, resultan difíciles de encontrar. Se podría llegar a pensar que nunca fueron promovidas entre las generaciones de adultos actuales.

 

 

En este contexto, hay una figura que vale la pena revisitar: el polímata. ¿Tienen cabida estos personajes multidisciplinares en un entorno donde la competitividad suele basarse cada vez más en la especialización? Veamos quiénes son, cómo fomentar sus capacidades y si tienen sentido en las empresas actuales.

 

Los intangibles que mueven el mundo A todos nos resultan familiares palabras como innovación, creatividad o propósito, y no cabe duda de su importancia para las empresas del futuro y sus trabajadores.

La incertidumbre, que afecta tanto a individuos como a organizaciones, genera la necesidad de buscar certeza en el porvenir. En ese sentido, la innovación nos permite adaptarnos a los cambios y combatir la incertidumbre, mejorando tasas de crecimiento, diferenciando nuestra empresa de la competencia e incluso aumentando la posibilidad de alargar la vida de nuestras empresas, que cada vez es más corta. Pero ¿estamos creando empresas innovadoras o simplemente aplicamos metodologías de innovación a empresas con modos de hacer tradicionales?

Las metodologías de innovación han demostrado el valor que pueden aportar. Sin embargo, suelen quedar relegadas a un departamento aislado de las empresas, limitando características como la transversalidad, que se produce cuando la innovación se incrusta en el núcleo de la empresa y las personas.

Si queremos que la innovación sea algo transversal y habitual en la empresa, no se deben pasar por alto ni la creatividad, como motor generador de ideas, ni el propósito, como gasolina para ese motor.

La creatividad ha demostrado mejorar la produc...