Una arquitectura estratégica para la prosperidad corporativa pospandémica

La pandemia de la COVID-19 ha sido un importante disruptor para los enfoques estratégicos existentes. Y, concretamente, ha actuado como acelerador de dos planteamientos emergentes: la transformación digital1 y la sostenibilidad2. Aunque la pandemia, en estos momentos, todavía está afectando a nuestras vidas y actividades económicas, las empresas están intensificando sus esfuerzos, y cada día surgen nuevas prioridades y modelos de negocio, validando nuevas prácticas y normas organizacionales.

El coronavirus no solo ha cambiado nuestra percepción del mundo; en igual medida, ha acelerado la adopción de nuevas maneras de trabajar y de producir que se van haciendo visibles día a día. Los datos así lo muestran. En una encuesta de EY a directivos3, al ser preguntados sobre cómo el coronavirus estaba afectando a sus decisiones respecto a la transformación digital, el 38% de los encuestados respondió: “Necesitamos reevaluar este tema”, y el 31% contestó: “Estamos tomando medidas para cambiar”. En otro estudio, el 70% de los ejecutivos encuestados en Austria, Alemania y Suiza afirmó que la pandemia les había obligado a acelerar el ritmo de la digitalización dentro de sus compañías. Por su parte, PwC encuestó en 2020 a casi mil seiscientos directores ejecutivos de 83 países, y el 25% estuvo totalmente de acuerdo en que “las iniciativas vinculadas con el cambio climático conducirán a importantes oportunidades de nuevos productos y servicios para [su] organización”. Además, en una conversación privada con un socio sénior de McKinsey, constatamos que la mayoría de los clientes de la firma ha evidenciado una aceleración de, aproximadamente, 6-7 años en las iniciativas de transformación digital en todos los sectores, industrias y áreas geográficas. Así pues, no es que estemos suponiendo que puede haberse producido un cambio; es que ese cambio ya se ha producido, y lo hemos podido verificar en nuestra propia práctica como educadores, consultores y asesores.

Estos descubrimientos no son sorprendentes. Las empresas que son más agresivas a la hora de digitalizar sus actividades tienen mayores probabilidades de alcanzar un resultado económico superior, y las que trabajan activamente con una amplia gama de indicadores de sostenibilidad tienen mayor capacidad para crear valor a largo plazo para todos los stakeholders. Pero ¿cómo aprovechan los líderes empresariales...