Una lección para los tiempos actuales: aprender de los líderes discretos

¿Para qué vamos a leer otro artículo sobre liderazgo? ¿Realmente hay algo más que decir sobre esta materia? ¿No tenemos suficientes libros, artículos, charlas y vídeos sobre grandes líderes, lo que hacen y lo que podemos aprender de ellos?

En mi opinión, el problema es que dedicamos demasiado tiempo a las historias de hombres y mujeres que han reconfigurado el mundo, han liderado grandes cruzadas políticas o morales, o han transformado empresas o sectores. Los líderes heroicos nos enseñan lecciones importantes sobre el valor, los grandes ideales y la determinación. Sus historias ayudan a padres y profesores a comunicar valores esenciales. Además, sin los esfuerzos y sacrificios de estas grandes figuras, nuestro mundo sería un lugar más ingrato y peor.

No obstante, nuestra preocupación por los héroes tiene tres inconvenientes. En primer lugar, distorsiona nuestro conocimiento del liderazgo al indicarnos que pensemos desde el punto de vista de una pirámide. En la cúspide están los héroes y las estrellas; en la base están los vagos, aprovechados y similares. Sin embargo, ¿dónde deja esto a todos los demás? La mayoría de las personas, la mayor parte del tiempo, no están salvando el mundo ni destruyéndolo. Viven su vida y tratan de preocuparse de las personas que las rodean. Lo mismo ocurre en las organizaciones: la mayor parte de la atención se dirige hacia los "galácticos", las personas con gran impulso, las estrellas que lideran reconversiones o que consiguen sus objetivos pase lo que pase. Sin embargo, ¿qué ocurre con todos los demás? ¿Son meras piezas de un mecanismo? ¿Realmente el mundo está dividido en Supermanes modélicos y Clark Kents grises?

El segundo problema de la imagen heroica del liderazgo es que pasa por alto los problemas cotidianos en los que el dilema se plantea entre dos cuestiones igual de correctas. El retrato habitual de los grandes líderes los muestra enfrentándose a grandes retos. Saben qué es lo correcto y lo hacen, a pesar de los riesgos y los costes. Sin embargo, ¿qué ocurre con las situaciones, tan habituales en las organizaciones hoy día, en las cuales una responsabilidad seria entra en conflicto con otra?

Por ejemplo, supongamos que su empresa está a punto de despedir a diez personas. Usted conoce los nombres que aparecen en esa lista y le han pedido que mantenga en secreto los planes de despido durante unas cuantas semanas más. Un día, un amigo suyo, cuyo nombre figura en la li...