Vaya decidido a la conquista del éxito
HD
Harvard Deusto
Business & Technology (Núm. 29) · Estrategia · Octubre 2016
El éxito empieza en la cabeza: este dicho se puede aplicar también a la planificación del trabajo y del tiempo. Veamos unas cuantas ideas:
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Cuando planifique su agenda de trabajo, sea realista y guíese siempre por los hechos objetivos y las circunstancias externas. Son datos fijos que están ahí, y no queda más remedio que adaptarse a ellos.
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Planifique lo que usted mismo pueda influir, variar y dirigir. Asuma la responsabilidad de su realización.
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Trabaje siempre con datos concretos: Decida usted mismo las actuaciones necesarias para alcanzar una meta u obtener unos resultados. Así le resultará más fácil hacerse cargo de las actividades desagradables y llevarlas a cabo eficientemente.
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Cuando tenga que realizar tareas difíciles, concéntrese exclusivamente en la forma de resolverlas. No se plantee siquiera la cuestión de si la tarea puede realizarse o no.
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Acostúmbrese a hacer planes y a realizarlos a corto plazo: Así podrá llevar a cabo muchas cosas con mayor rapidez y eficiencia, lo que le servirá para ir ganando ventajas competitivas en el trato con sus clientes. Tampoco deje para después la redacción de los informes sobre las visitas efectuadas, ni el repaso o la revisión de las entrevistas realizadas, etc. Esa misma regla de la inmediatez se aplica también al "seguimiento" tras el primer contacto telefónico y al envío de la documentación al cliente.
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Es necesario que usted tenga siempre la cabeza libre y no ande cargándosela constantemente con nuevas preocupaciones: Así, por ejemplo, usted puede llegar a un acuerdo con el personal de oficinas para que se haga cargo de las llamadas telefónicas dirigidas a usted mientras esté visitando a los clientes, sin que se las trasladen a usted más que en el caso de que sean verdaderamente urgentes.
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No sobrepase el tiempo destinado a cada visita: Si se propone dedicarle una duración determinada, sus entrevistas le darán mejores resultados en la mayoría de los casos. Para eso es imprescindible que usted se haya planteado alcanzar una meta claramente definida. Solamente entonces sabrá usted con precisión cuál es el objetivo exacto de la reunión con el cliente, adónde quiere llegar y cuáles son los acuerdos que quiere alc...