Vulnerabilidad, coraje y evolución: claves para un camino infinito

El sector opina

Vulnerabilidad, coraje y evolución: claves para un camino infinito Vulnerabilidad, coraje y evolución: claves para un camino infinito

Convencida de haber desarrollado todas las habilidades necesarias para liderar, una directiva me contaba recientemente cómo se había dado de bruces al cambiar de empresa y equipo. “¡Cómo me está pasando esto a mí, si he liderado un montón de equipos y siempre me han alabado!”.

Si bien hablamos de habilidades directivas cuando tocamos aspectos como innovación, agilidad, inteligencia emocional, gestión del cambio y resiliencia (temas recurrentes), cabe preguntarse si todavía nos queda pendiente algún aspecto clave por mirar.

¿Qué habilidades pueden ser más relevantes para liderar ante un entorno cada vez más veloz, cambiante y retador?

Justamente por estas casuísticas VUCA o BANI del entorno, siempre van a surgir nuevas habilidades que nos desafíen como directivos a la hora de dar respuesta a los objetivos y al entorno organizacional en el que nos encontremos.

Una de las competencias que considero más valiosas, que rara vez mencionamos en estos debates, tiene que ver con la vulnerabilidad.

Ser vulnerables es mostrarnos dispuestos a aprender y desaprender, a decir “no sé”, a pedir, a equivocarnos. Ello implica preguntarnos frecuentemente dónde estamos y cómo nos pueden estar viendo el equipo y los diferentes grupos de interés. Es decir, es solicitar feedback y recibirlo con humildad.

Además, existe otra habilidad simple –y al mismo tiempo compleja– que también necesitamos entrenar como directivos: se trata del coraje para cuestionarnos. Reflexionar sobre lo que hacemos, cómo lo hacemos y, sobre todo, para qué lo hacemos. En definitiva, el coraje para responder esta pregunta: “¿Qué legado quiero dejar en mis equipos y mi entorno?”.

El camino de las habilidades directivas es un camino infinito, y el verdadero éxito radica en permitirnos seguir evolucionando como profesionales y como personas. Bienvenidos al proceso continuo de evolución. Como advertía Morihei Ueshiba, “la vida es crecimiento; si dejamos de crecer, estamos muertos técnica y espiritualmente”.

Blanca Huarte-Mendicoa

Directora académica en Cataluña de Escuela Europea de Coaching ·