El videojuego: mucho más que entretenimiento

El videojuego siempre fue mucho más que un producto, siempre ha sido un ecosistema en el que se han reunido jugadores, desarrolladores y publicadores y donde se han formado miles de comunidades. Es una industria que factura más de ciento cincuenta mil millones de euros al año en todo el mundo, que reúne a casi dos mil quinientos millones de jugadores y profesionales de distinta índole y donde otras industrias culturales, como la literatura, la música, el sector audiovisual y el diseño, se encuentran con el software. Es también un lugar de desarrollo de tecnologías disruptivas que se aplican a otras áreas, como la realidad virtual, la tecnología háptica, el machine learning…

Los videojuegos se han convertido en una poderosa herramienta de socialización y tienen un fuerte impacto fuera del hogar; por ejemplo, en las escuelas, donde se utilizan para hacer más ameno y efectivo el aprendizaje. A su vez, ayudan a los sanitarios a tratar enfermedades mentales, rehabilitación física o cáncer, o para mejorar la memoria y la concentración.

Asimismo han impactado con fuerza en la organización de espectáculos, donde las competiciones de videojuegos o e-sports han conseguido un nivel importante de profesionalización y despertado el interés de millones de seguidores, de los medios de comunicación y de los anunciantes.

Además, es un sector diverso, con un 52% de hombres y un 48% de mujeres, donde las personas adultas son muchas más de las esperadas (media de 32 años; 39% de la población, entre 35 y 44 años, y 32%, entre 45 y 64).

Esta universalidad se debe, principalmente, a dos razones: la facilidad para usarlos a través de dispositivos comunes, como teléfonos y televisiones, y la diversidad de sus contenidos y su adaptación a los gustos del usuario. Esta accesibilidad, su calidad técnica y su capacidad de divertir sitúan al videojuego, como mínimo, a la altura de cualquier otra industria del entretenimiento.

La fortaleza del videojuego lo ha convertido en foco de atracción de profesionales de alto talento y de inversores y en una de las piedras angulares del Spain Audiovisual Hub, con el que el Gobierno quiere convertir nuestro país en punta de lanza de la producción audiovisual y del videojuego en Europa. Desde el sector asumimos el reto con preparación e ilusión para seguir haciendo del videojuego mucho más que un producto.