Entrevista a Mithu Storoni: “La ventaja de una organización sobre otra se reducirá a la calidad del pensamiento”

Entrevistas

Entrevista a Mithu Storoni: “La ventaja de una organización sobre otra se reducirá a la calidad del pensamiento” Entrevista a Mithu Storoni: “La ventaja de una organización sobre otra se reducirá a la calidad del pensamiento”

Esta neurocientífica describe cómo podemos optimizar nuestro cerebro para ser ‘hipereficientes’ en un entorno laboral que cambia a gran velocidad.

Entrevista a Mithu Storoni: “La ventaja de una organización sobre otra se reducirá a la calidad del pensamiento”  

El trabajo tal y como lo conocemos está cambiando rápidamente. ¿Por qué necesitamos una nueva estrategia para abordar la eficiencia?

Con la IA ganando terreno entre los empleos que conllevan una menor carga cognitiva, el espectro del trabajo relacionado con el conocimiento se está desplazando hacia un mayor énfasis en la generación de ideas, el aprendizaje complejo y la resolución de problemas. El concepto de trabajo continuo, como en las fábricas de la era industrial, no encaja en el ecosistema de la era digital. La eficiencia ya no se define en función de la cantidad que se produce, sino por la calidad. Por eso propongo un nuevo enfoque de la eficiencia que permita convertir en “hipereficientes” a los trabajadores del conocimiento.

 

En el libro explicas cómo nuestro cerebro va cambiando entre tres “marchas” diferentes todos los días. ¿Puedes describir eso que denominas la “red de las marchas”?

Este sistema de marchas es una metáfora que utilizo para describir el funcionamiento del cerebro. Se basa en la red de la norepinefrina en el cerebro y sus conexiones con las redes de la acetilcolina y la dopamina.

Si imaginamos nuestro cerebro como un motor, hay tres marchas, o “modos”, en las que la mente procesa la información: lenta, media y rápida. La primera marcha es como sentarse en un sillón delante de una chimenea: nos ayuda a descansar, recuperarnos y perdernos en ensoñaciones tras una dura jornada de trabajo. La segunda marcha permite trabajar con comodidad y eficacia. Calibra el cerebro para facilitar la concentración y el aprendizaje, resolviendo y analizando de manera óptima. Y, por último, el estado mental de la tercera marcha es como esprintar: aporta una descarga de energía, pero, si permanecemos allí demasiado tiempo, nos agotamos. Cada marcha modifica la precisión de la concentración, el volumen de datos que podemos procesar y la eficiencia global del motor mental.

Es importante que los líderes entiendan esto, porque cuando los empleados se sientan para realizar una jornada laboral normal, sus ...


Karen Christensen

Directora de Rotman Management ·