Estrategia y ejecución: cómo reducir la distancia entre visión y acción
MN
Mark Nadler
Business Review (Núm. 191) · Habilidades directivas · Junio 2010
El camino hacia la tercera fase de la crisis económica parece allanarse. Primero, llegó el impacto inicial en el sistema financiero global que alimentó la quiebra. Después comprendimos que no era un problema pasajero, sino el comienzo de una larga, profunda y dolorosa recesión que puso en marcha un torrente de recortes de plantilla, cierres de fábricas y tiendas, eliminación de puestos de trabajo y reducción drástica de salarios y beneficios. Y es probable que nos encontremos más cerca del comienzo que del final de la fase.
Sin embargo, esta perspectiva tan desalentadora está provocando que muchas empresas pasen de una táctica puramente defensiva de recortar sus plantillas a una postura más ofensiva, mientras buscan nuevas estrategias para aceptar los cambios que, con una rapidez y efecto asombrosos, están transformando el mercado. Se trata de los primeros días de una tercera fase caracterizada por la aparición de nuevas estrategias competitivas. Los "cuadernos de jugadas" varían enormemente, algunos negocios e industrias (como los medios de comunicación impresos y la construcción) caen en picado buscando desesperadamente un camino hacia la supervivencia. Para otros por ejemplo, la atención sanitaria, es poco probable que su negocio desaparezca, por lo que el reto estratégico consiste en cómo capear el temporal para emerger en buena forma y, con suerte, en una posición competitiva mejorada.
En cualquier caso, los líderes deben encontrar una fórmula para que sus empresas reduzcan costes y crezcan al mismo tiempo. Para lograrlo, deben descongelar la parálisis organizacional que se ha establecido durante los últimos tiempos expresando con una visión clara hasta dónde quieren que llegue la organización, y entonces ejecutar con éxito las estrategias que conduzcan a la consecución de resultados.
Precisamente ahí reside el problema, dado que hasta en los mejores tiempos pocas empresas son expertas en la implementación de estrategias. Veamos unas proporciones funestas:
Un estudio de The Economist en 2004 en el que se encuestó a 276 altos directivos reveló que el 57% de las empresas no habían tenido éxito en la ejecución de iniciativas estratégicas en los tres años anteriores. En 2006, otro estudio de The American Management Association y el Human Resource Institute reflejó que de los 1.500 directivos encuestado...
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TP