Humanizar las organizaciones: el papel del líder como creador de comunidades
FG
Francisco Giménez Plano
Business Review (Núm. 191) · Habilidades directivas · Junio 2010
Cualquier tiempo turbulento, ya sea por razones económicas, políticas, sociales, o por una combinación de todas ellas, nos sitúa ante una encrucijada en la que son las personas con visión y principios claros quienes ejercen un liderazgo diferencial, capaz de superar los obstáculos del presente con responsabilidad, en beneficio de un propósito mayor compartido por todos.
Son esas personas capaces de inspirar a los demás mostrando el camino, aunque ese camino esté identificado por señales contradictorias difíciles de interpretar a primera vista. Se requiere levantar los pies del suelo y elevarse para mirar más allá, ver el lugar de partida y observar a lo lejos el punto de llegada.
Son esos líderes que se crecen ante la adversidad y que, lejos de tomar atajos fáciles, disciernen aquello que están llamados a hacer en cada momento con la perseverancia para mantenerse firmes.
Observamos cómo quienes carecen de esa fortaleza personal se dejan llevar por las circunstancias y reaccionan ante las dificultades haciendo lo fácil y no lo que es debido. Responder ante la adversidad significa enfocarse en aquellas a veces pocas cosas que realmente marcan la diferencia y ejecutarlas de manera excelente.
Si es así, ¿cuáles son los principales activos de nuestra organización? Escuchamos demasiado a menudo que nuestro principal activo son las personas y, en muchas ocasiones, vemos cómo se convierten en los principales damnificados de la incertidumbre. Sin embargo, para que la fórmula del enfoque y ejecución como clave para enfrentar tiempos de turbulencias sea efectiva, será del todo necesario que contemos con las personas de manera sincera en lugar de hacerlo a costa de ellas. Sólo bajo esta consideración podremos empezar a hablar de la humanización de las organizaciones.
LAS PERSONAS EN EL CENTRO
Humanizar las organizaciones significa construir una comunidad en la que las personas se sitúan en el centro del negocio y en la que se establecen relaciones de calidad basadas en la voluntad de compartir un espacio común a largo plazo.
Humanizar significa reconocer a las personas por su singularidad, otorgando el espacio para que expresen con libertad lo que son. Y, a su vez, significa reconocer a las personas por lo que aportan y por el valor que crean para el sostenimiento y continuidad de la comunidad a la que pertenecen. De esta forma, el líder asume un verdadero compromiso con ...
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