La aplicación del Cuadro de Mando Integral en un clúster
Business Review (Núm. 202) · Habilidades directivas · Junio 2011
En un tejido empresarial como el de España, constituido mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas con escasos recursos tecnológicos, el papel de la cooperación a través de clústers y de sistemas regionales y sectoriales de innovación constituye un factor clave para la mejora de la competitividad de estas empresas, que deben aprender a cooperar y al mismo tiempo competir en un entorno complejo y cambiante.
Por otra parte, el éxito de una institución como un clúster dependerá en buena medida de la alineación de intereses y objetivos estratégicos de los distintos agentes que lo integran. En este sentido, una herramienta como el mapa estratégico propuesto por Kaplan y Norton puede constituir un apoyo metodológico de gran valor e interés para diseñar y explicitar los objetivos y metas estratégicas del clúster, y facilitar al mismo tiempo la consecución de una visión compartida entre todos los participantes.
Este artículo profundiza en la metodología propuesta por los autores para utilizar el mapa estratégico como principal herramienta para diseñar y elaborar el plan estratégico de un clúster, basándose en su experiencia en distintos proyectos realizados a lo largo del año 2010 en España.
RETOS PARA COMPETIR EN EL NUEVO ESCENARIO SOCIOECONÓMICO GLOBALIZADO
La globalización de la economía, con la desaparición de las barreras del comercio, la caída de los viejos monopolios y la intensificación de la competencia a nivel internacional ha facilitado el acceso a nuevos mercados, en un escenario donde estos mercados son mucho más transparentes y competitivos.
El ritmo de cambio se ha acelerado de forma dramática: los ciclos de vida de los productos se reducen notablemente, la evolución de los negocios se produce a pasos agigantados y la economía reacciona en tiempo real a las noticias y los eventos, en unos mercados globalizados que operan ya de forma ininterrumpida gracias a los flujos electrónicos de información.
En la economía industrial, uno de los objetivos de las empresas era crecer para alcanzar mayores economías de escala, que permitían disfrutar de una ventaja competitiva en el sector. Para ello, era necesario realizar grandes inversiones de capital en instalaciones, maquinaria, creación de redes logísticas, etc. Sin embargo, en la sociedad de la información, la era de Internet y de las redes sociales, la posesión de los medios de producción y de otros activos físicos ...
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TP