La ciberseguridad empresarial, un imperativo en la era pospandemia

Tras más de un año de crisis, la foto de 2021 en cuanto a ciberseguridad es, cuando menos, desafiante para las empresas. Hemos visto cómo las campañas de phishing y los ataques de ransomware han estado a la cabeza de las ciberamenazas más comunes en todo el mundo, y cómo las filtraciones y brechas de seguridad siguen pasando factura a las empresas en la actualidad.

En este tiempo, los cambios hacia un entorno de teletrabajo y en la nube han propiciado que los incidentes de seguridad se hayan vuelto más costosos y difíciles de contener. Podemos ver que solo una de cada cuatro empresas tiene un plan de respuesta en materia de seguridad para hacer frente a filtraciones y brechas, lo que ha causado grandes costes a las empresas. El año pasado, las brechas de seguridad costaron de media 3,86 millones de dólares, y las compañías necesitaron emplear una media de 287 días para detectarlas y contenerlas (212 para detectar, 75 para contener).

Hoy en día, la seguridad empresarial no puede estar en un segundo plano. Por ello, creemos que es clave que las compañías implementen estrategias y programas que las ayuden a detectar y abordar las amenazas existentes. Tener conocimientos y herramientas que permitan saber quién accede a las aplicaciones y sistemas empresariales en todo momento, tener la capacidad de proteger los datos dondequiera que residan, así como mantener las arquitecturas de seguridad actualizadas para que funcionen de forma segura en la nube, es esencial.

Creemos que un futuro brillante para la ciberseguridad pasa por que las empresas se apoyen en las ventajas de la IA y la nube híbrida y en un enfoque de confianza cero (zero trust), donde se dote de seguridad a todos los usuarios, dispositivos y conexiones en todo momento. Adoptar una estrategia eficaz y rodearse de las herramientas necesarias puede marcar la diferencia ante la incertidumbre.