Cada vez se habla más de tecnología, cada vez está más integrada en nuestro día a día, los datos son considerados el nuevo oro negro y, sin embargo, gran parte de las compañías no consiguen modificar su cultura hacia este tipo de enfoque. ¿Qué está pasando?
La doble velocidad de los datos: cómo incorporar una estrategia "data driven" en la organización
BM
Borja Martín
Business Review (Núm. 297) · TIC · Febrero 2020
Haga la prueba: intente pasar un solo día sin oír hablar de los datos. Es más, atrévase deliberadamente a desafiar el orden establecido y trate de obviar los datos. No use el móvil ni sus aplicaciones de geolocalización, no consulte su reloj digital, que a la vez le informa de los kilómetros que ha recorrido, no mire las pantallas del andén de la estación de tren que informan sobre los minutos que tardará en llegar su transporte. Olvídelo. No deje rastro de sus movimientos. No consulte la disponibilidad de habitaciones en el hotel en el que desea alojarse el próximo día festivo, huya de que su plataforma de video on demand le recomiende series, no consulte los comentarios de otros usuarios sobre el televisor que piensa comprarse.
Hoy por hoy, tratar de evitar cualquiera de estas situaciones requiere esfuerzos expresos que no siempre son garantía de éxito. La relación con la tecnología de captura, uso, análisis y visualización de datos es cada vez más intensa: su penetración es aplastante, y podríamos decir que hasta se disfruta sin una oposición severa. Otro caso aparte es la vulnerabilidad a la que puede estar sometida nuestra privacidad o los debates referentes a la propiedad de los datos y el uso que se hace de los mismos, tal como vimos en el caso de Cambridge Analytica y los datos de Facebook, usados para que Donald Trump ganase las elecciones norteamericanas en 2016, así como en la campaña a favor del brexit. Aunque me temo que, hasta aquí, todo lo compartido en este artículo es sabido y hasta normalizado por gran parte de la población.
Desplacemos la mirada hacia las empresas para analizar si, en ese entorno, la relación con los datos es la misma. Aparentemente, podemos pensar que las compañías siguen un patrón de rápida absorción de las tecnologías y una profunda relación con los datos. Es más, podemos ceder espacio a la creencia de que todas las compañías y marcas con las que interactuamos capturan nuestros datos y los utilizan de una manera interesada y poco regulada. Pero ¿realmente es así? ¿Podemos afirmar que la mayor parte de las empresas disponen de una clara cultura orientada a los datos y a la toma de decisiones a partir de los mismos? Dar por hecho que la respuesta a esta pregunta es afirmativa nos llevaría a pensar que gran parte de las organizaciones optan por colocar al cliente/consumidor en el centro de sus decisiones, su enfoque es omnicanal y la tecnología es una importante base competitiva del negocio. Y,...
Borja Martín
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Director del programa 'Marketing Intelligence & Consumer Insights' de ESADE Business School y Head of Data Strategy & Insights en Bismart
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