La IA como herramienta estratégica

Hasta ahora, la tecnología ha permitido crear herramientas concebidas para ser usadas por un ser humano, donde la entrada de la información está definida. Actualmente, la inteligencia artificial permite que la entrada de información esté simplemente conceptualizada, y la diferencia entre concepto y definición es significativa, ya que se abre un abanico enorme de posibilidades en los procesos de transformación digital, permitiendo que los sistemas gestionen conceptos como el de una conversación, una situación financiera e incluso un sentimiento.

Esta tecnología integrada del modo apropiado, tanto en el plano tecnológico como operativo, habilita un nuevo horizonte de convivencia humano-máquina, ejecutando procesos de negocio con niveles de excelencia hasta ahora desconocidos. Hoy en día, nos ayuda a encontrar la mejor ruta en un viaje, la película que se convertirá en tu favorita, hablar con tu mejor cliente o ejecutar de forma autónoma uno de tus procesos de negocio.

Dicha tecnología basa su singularidad en la capacidad de evolucionar mediante aprendizaje, lo que permite una evolución exponencial, gracias a la ingente cantidad de información digital que generamos diariamente, y nos presenta un enorme reto, no solo tecnológico u operativo, sino también cultural, ya que implica sistematizar la incertidumbre, lo que abre discusiones sobre conceptos de parcialidad, ética e incluso comprensibilidad sobre sistemas informáticos.

Para el sector financiero, la inteligencia artificial es una herramienta estratégica para conseguir los niveles de productividad necesarios. Por eso se están implantando sistemas inteligentes que ayudan en procesos tan críticos como el de activo, y se trabaja para incorporarlos en procesos de atención y cuidado del cliente, ayudas a los empleados y automatización de otros procesos.

 

Ángel Morales

Director del Centro de Excelencia de Inteligencia Artificial en Bankia