Tener éxito en llevar a la realidad los procesos de cambio es un imperativo cada vez más importante para adaptarse al entorno económico actual, tan incierto y cambiante. El artículo expone de manera sintética las cuatro variables clave que hay que tener en cuenta para conseguir que las personas y las organizaciones cambien, cuatro variables para evitar resistencias que muchas veces bloquean los procesos de transformación
Las cuatro palancas que activan el cambio organizacional
SA
Susana Alonso Pérez
Business Review (Núm. 303) · TIC · Septiembre 2020
Adaptarse y cambiar con agilidad es hoy uno de los imperativos estratégicos más importantes de las empresas en el entorno VUCA, un entorno cambiante ante el cual solo cabe moverse con agilidad, ofreciendo las nuevas respuestas que el contexto competitivo demanda a las organizaciones. Y, siendo esto tan claro, algo raro pasa con el cambio. A las organizaciones no les es fácil cambiar, moverse hacia una misma dirección para ofrecer respuestas rápidas e innovadoras. La transformación digital es un gran ejemplo: se instalan nuevas herramientas tecnológicas y colaborativas, pero las personas siguen trabajando como siempre. Una y otra vez aparece la misma dificultad: ¿cómo cambiar hábitos y comportamientos?, ¿cómo conseguimos que las personas adopten los cambios? Todos sabemos que eso va mucho más allá de implantar nuevas metodologías o herramientas tecnológicas.
A veces olvidamos que el cambio es un proceso humano y, por tanto, relacional. Esto significa que son las personas las que promueven y adoptan los cambios, las que tienen que impulsar el cambio y también cambiar. Y que lo hacen en relación, nunca en solitario. Además, lo tienen que hacer no solo en su intención, sino en sus comportamientos concretos del día a día. Y aunque el cambio es un proceso natural y necesario en el ser humano, no resulta muchas veces fácil realizarlo.
Sin darnos cuenta, pasamos por alto que las personas somos seres libres y que cambiamos nuestros comportamientos libremente. Pero el cambio sucede a partir y a través de las relaciones, nadie puede cambiar solo y no basta con conseguir algunos cambios a nivel individual. El cambio organizacional no es solo un cambio del yo o del tú, sino del nosotros, un cambio que tenemos que construir juntos y en la misma dirección, y, por tanto, en relación. Poner el foco en las relaciones a la hora de gestionar un proceso de cambio es otra clave esencial para conseguir tener éxito en la transformación.
El objetivo de este artículo es explicar brevemente cuáles son las cuatro palancas, humanas y relacionales, que, desde nuestro criterio e investigación, deben ser activadas en un proceso de transformación organizacional para que este tenga el éxito esperado. Consideramos que se consigue el éxito cuando se cumplen dos premisas: se logran los objetivos del cambio y la organización se desarrolla y mejora su capacidad de cambiar en el proceso. No basta lo primero.
Una de las causas más importantes de...
Susana Alonso Pérez
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Directora de la Cátedra Irene Vázquez "Empresa centrada en la Persona" del IDDI (Universidad Francisco de Vitoria)
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