Lo que no te contarán de la transformación digital (y debería quitarte el sueño)
Pablo Foncillas Díaz-Plaja
Business Review (Núm. 294) · TIC · Noviembre 2019
Management & Innovation (Núm. 29) · TIC · Octubre 2020
La transformación digital es el concepto de moda en el mundo empresarial. De las dos palabras que lo conforman, los directivos se obsesionan con el vocablo “digital”, cuando el futuro de sus empresas está en el término “transformación”. ¿Qué claves comparten las empresas que están logrando transformarse? ¿Qué errores cometen las que se quedan atrás? ¿Cómo afecta todo ello a sus líderes?
Convención potente: 750 asistentes, todos empleados de la compañía, esencialmente directivos y mandos intermedios. Disponen de recursos a tope: luces láser, vatios y pantallas gigantes conforman un escenario al estilo concierto de DJ de fama mundial, tipo David Guetta. Me toca intervenir. Subo. Salgo. Nervios. Comparto mis ideas sobre el impacto de la transformación digital (TD) en las compañías. Al acabar mi sesión interviene el vicepresidente de la empresa. Toma el escenario y, ufano, anuncia la inversión de millones de dólares en un nuevo software de gestión. Es la gran apuesta de la compañía para transformar la empresa, dice. A mi lado se encuentra el CEO. Le pregunto susurrándole a la oreja: “¿Cuánto habéis invertido en los profesionales?”. Me mira extrañado y calla. La respuesta es clara: cero. Es decir, mega inversión en digital y mini- inversión en empleados y directivos. La pregunta que inmediatamente me surge para él es: “¿Cambia una herramienta una organización?”. Digo “cambiar en profundidad”… Porque existe una gran diferencia entre digitalizarse y transformarse digitalmente: lo primero es dar herramientas digitales a una organización; lo segundo implica trabajar y, por tanto, hacer negocios de forma distinta. Después de haber entrevistado en profundidad a decenas de ejecutivos, tanto consejeros como directivos de empresas normalmente grandes o muy grandes, en diversos sectores (al margen de centenares de conversaciones informales con directivos, empleados, propietarios de negocios), tengo la respuesta: no. La tecnología (sola) no transforma una organización y la forma de hacer negocios. Las empresas las cambian las personas que trabajan en ellas. De hecho, son estas las que deben poner en valor las herramientas. Con esto, no les estoy restando valor a las diferentes tecnologías (IoT, realidad virtual, IA, blockchain…); son fundamentales, incluso condición necesaria (probablemente, en segundo lugar, después de ciertos elementos que desarrollaré en las siguientes líneas), aunque no suficiente.
EXISTE UNA...
Pablo Foncillas Díaz-Plaja
Profesor asociado en IE Business School y miembro del Consejo de Globalpraxis ·
Formado en la Escuela Suiza, es licenciado en Derecho y MBA del IESE Business School (Universidad de Navarra) además de doctor en transformación digital por la misma institución. También es consejero de administración certificado por la Harvard Business School. Además de su labor académica –dos lustros como miembro del claustro del IESE–, el profesor Foncillas es conferenciante y consultor, y trabajó como directivo en varias industrias. Ha contribuido en el desarrollo comercial de unas 200 marcas en más de 25 países, desempeñando funciones comerciales o de dirección general, ya integrado en el comité de dirección.
Autor o coautor de seis libros, es colaborador habitual de Harvard Deusto Business Review, y publica con regularidad artículos en prensa generalista, especializada y de gestión, además de casos.
En la actualidad, una parte importante de su trabajo de investigación se centra en las dinámicas de transformación de sectores empresariales, especialmente las relacionadas con el entorno digital y su impacto en los modelos comerciales. Su actividad académica le ha llevado a impartir sesiones a alumnos provenientes de IESE BS, NYU Stern, ESE Chile, San Telmo, IDE Ecuador, IE BS, UCD Smurfit Irlanda, ESADE BS, Universidad del Pacífico Lima, INSEAD-CEDEP, entre otras instituciones de España, Europa y Latinoamérica.
Asimismo, forma parte del consejo asesor de línea directa y de Globalpraxis, y es patrono de la Fundación Exit. Ha sido Ted speaker, además de ponente habitual en consejos de administración y comités de dirección, donde ha participado en programas de ámbito internacional para ejecutivos sobre comercio electrónico, omnicanalidad, marketing, tendencias, ventas y route to market.