Plataformas digitales integradas: ¿por qué los "mejores de su clase" no son realmente los mejores?
Business Review (Núm. 195) · TIC · Noviembre 2010
Piense en lo que suele hacer habitualmente un consumidor cuando busca un producto. Por ejemplo, digamos que el producto es un tinte para el pelo. La captación de la marca comienza con un mensaje en Twitter acerca de una nueva fórmula de coloración que va a revolucionar la categoría. El consumidor se siente intrigado y consulta en Google. A partir de ahí, es dirigido a un sitio web del producto en el que puede leer las opiniones de otros usuarios, ver un vídeo sobre las técnicas de aplicación o hacer clic en el enlace de un blog de un famoso peluquero y echar un vistazo. Por último, el consumidor puede darse de alta en el sitio y recibir promociones especiales del producto. La parada final de este viaje: la estantería del establecimiento (o la tienda on-line) y la compra.
Pensemos ahora en la intrincada red de tecnologías en las que se apoya la transición del comprador de nuestro estudio, que pasa de visitante anónimo de una web a comprador cautivado: medios de comunicación social, búsqueda de pago, sistemas de gestión de contenidos y bases de datos de comercio electrónico y clientes, por nombrar sólo unas cuantas. Todas están entrelazadas, conectadas de manera integral en apoyo de un objetivo: la conversión. El único problema es que, hoy día, la mayoría de las empresas carecen de una infraestructura técnica integrada, ya que han desarrollado múltiples sistemas de los denominados "mejores de su clase", pero cada uno de ellos destinado a alcanzar un punto concreto del camino, sin que ninguno sea capaz de realizar el trayecto completo.
Aunque estos sistemas se promocionan como los más vanguardistas para las distintas fases, desde la promoción hasta la compra, su propia denominación como "mejores de su clase" ha dejado de parecer verosímil. ¿Por qué? Porque las ofertas de estos sistemas tienden a centrarse en funciones aisladas que no se integran con otros sistemas. Esto hace que la mayoría de las empresas se vean en la necesidad de gestionar un grupo heterogéneo de sistemas, lo cual, a su vez, ralentiza la gestión de contenidos e impide la continuidad de marca en los diferentes canales. El resultado final: mayores costes y una experiencia para el cliente que no llega a ser óptima.
DE LOS "MEJORES DE SU CLASE" A LAS PLATAFORMAS INTEGRADAS
Evaluadas con los nuevos criterios digitales, la mayoría de las plataformas que dicen ...
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